El juzgado continúa con la investigación para aclarar las causas del accidente náutico que hubo el pasado mes de agosto en aguas de Formentera entre una moto acuática propiedad de Thierry Roussel, padre de Athina Onasis, y un catamarán, siniestro que se saldó con dos chicas fallecidas luego y una tercera aún convaleciente.
El juez Juan Carlos Torres, que actuó de oficio el mismo día al ver indicios de un posible delito por imprudencia, recabó el pasado viernes la versión dada por la única superviviente, una joven de 15 años que iba en la moto con las otras dos y que aún se halla hospitalizada en la Policlínica del Rosario. Dicho testimonio es vital para aclarar si el catamarán, propiedad de un alemán, fue el que arrolló a la moto, tal y como reveló días atrás un testigo.