El Cuerpo Nacional de Policía ultimaba ayer en Eivissa las investigaciones que se están desarrollando con motivo de un nuevo servicio antidrogas que por el momento se ha resuelto con la erradicación de las actividades que llevaba a cabo un «distribuidor» de cocaína dentro del casco urbano del mencionado municipio. La operación culminó en las últimas horas después de que la policía tuviera conocimiento de la llegada de un nuevo «suministro» y pusiera en marcha un dispositivo que se saldó de primeras con el arresto de tres personas, dos hombres y una mujer, y el decomiso de una cantidad de cocaína que bien podría superar el medio kilo de este estupefaciente.
La información recogida por este periódico apunta a que el «grupo» tenía arraigo social en la isla. Así se ha podido conocer que al menos uno de los sospechosos contaba con negocios de comercio dentro del municipio de Eivissa, posiblemente en la zona de Platja d'en Bossa. Al parecer la droga requisada no iba a ser puesta en su conjunto a la venta sino que iba a ser convenientemente preparada en los días siguientes para su distribución en cantidades más pequeñas para los consumidores de la isla. Al cierre de esta edición, no había trascendido cómo el grupo llevaba a cabo las entregas entre su «cartera de clientes» ni el alcance de sus actividades.
De confirmarse estos datos, ésta sería una de las operaciones antidrogas más significativas de las que ha llevado a cabo este año Comisaría al acabar con otro punto de introducción de cocaína en Eivissa. Durante la temporada veraniega, la policía llevó a cabo otros dos importantes servicios con los que se cortaron canales de distribución de estupefacientes. En julio se detuvo a dos mujeres africanas que actuaban como «correos» para los clanes de sa Penya en una investigación que sirvió para aprehender cerca de medio kilo de heroína de gran pureza. Además, en el verano, se requisaron 6.000 dosis de éxtasis en polvo a un grupo holandés que se había instalado en un piso de la Avenida 8 d'Agost.