El Tribunal Supremo ha condenado a 12 años de cárcel a un agente del Cuerpo Nacional de Policía destinado en los calabozos de la Jefatura de Palma de Mallorca, por abusar sexualmente de tres mujeres detenidas.
El acusado, Jaime Ramis Hidalgo, obligó a las mujeres a practicarle felaciones o bien a masturbarle con la mano.
El alto tribunal confirma la sentencia dictada en julio de 2001 por la Audiencia de Palma de Mallorca, que estableció que el policía se aprovechó de su destino como guardia de los calabozos de la Jefatura de Policía de la ciudad para llevar a cabo los abusos sexuales.
A una de las mujeres, Elena R.C., la forzó a realizar una felación cuando practicaba la prostitución en una calle de Palma en 1997, y él formaba parte de una radiopatrulla. Posteriormente, en el año 1999, estando la mujer detenida en los calabozos a cargo del mismo policía, éste la sacó de la celda y la condujo a un aseo abandonado usado como almacén por las señoras de la limpieza. Allí la obligó a hacerle una felación y, en otra ocasión, a masturbarle con la mano.
A otra mujer detenida, Alicia C.M., en los mismos aseos en desuso o en la celda que ocupaba, la obligó a masturbarle manualmente al menos en cuatro ocasiones. Por último, a una tercera detenida la abordó en la celda, la abrazó y la besó en la boca. La Audiencia de Palma condenó al agente a 12 años de prisión por cinco delitos de abusos sexuales, dos de ellos con penetración bucal con prevalimiento. Asimismo, le inhabilitó como policía por el mismo periodo de tiempo.