Colin M.R. y Aefshin A.M., los dos ingleses detenidos por la Policía Local de Santa Antoni el pasado verano en un servicio que sirvió para aprehender cerca de 5.200 éxtasis y que se juegan doce años de cárcel, pueden salir completamente absuelto si la Audiencia decreta la nulidad de las pruebas de cargo que pesan sobre ellos.
Esto ocurrirá si se considera probado que los agentes obtuvieron la droga en un registro domiciliario que no contaba con orden judicial y no en un servicio de calle junto a las discotecas de la Avenida Doctor Fleming, tay como ayer se volvió a mantener.
La Policía Local afirmó que el alijo lo portaba en una mochila uno de los dos sospechosos capturados y que otros dos que estaban con ellos lograron huir. Para la defensa, en un caso que se vió ayer ante la Audiencia Provincial, eso no fue así. Su relato de hechos cree más probable que hubo un total de cuatro detenidos y que los policías irrumpieron luego en una casa sin contar con la orden judicial y allí hallaron la mochila de droga. Según la estrategia de la defensa, esta hipótesis se apoya en el testimonio de los compañeros de piso de los detenidos y en el de la casera. Este última, vecina del inmueble donde residía un grupo de ingleses, aseguró a la Sala que vio desde el balcón de su vivienda a la policía llevarse de noche a uno de los acusados. Ambos sospechosos reiteraron que los éxtasis los encontraron en un acantilado de Sant Antoni mientras lo escalaban. «¿Cómo se puede probar que se han encontrado la droga?. No es una prueba diabólica, es una prueba infernal», alegó la defensa.