Ovidio O.V., natural de Colombia, de 43 años de edad y persona que supuestamente se estaba dedicando a introducir cocaína en Sant Antoni apoyándose en matrimonios que utilizaba en tareas de 'transporte' aceptó ayer ante la Audiencia Provincial una condena de tres de prisión. Poco después, una compatriota suya, Sandra Liliana G.R., se sentó en el banquillo para responder por un delito similar que le puede costar una condena de siete años de cárcel. Ésta última fue sorprendida a principios de año cuando desembarcaba con cerca de un kilo de 'coca'.
Ambos sospechosos han sido relacionados con las actividades de narcotráfico que están llevando a cabo redes sudamericanas que en los últimos años intentan afincarse en Eivissa. Ovidio O.V. ya estaba establecido en la isla cuando el Grupo de Investigación Fiscal y Antidrogas de la Guardia Civil (Gifa) le detuvo tras aprehender algo más de medio kilo de cocaína. Se da la circunstancia de que el sospechoso había sido arrestado un año antes por la tenencia de una pequeña cantidad de esta droga.
El caso de Sandra Liliana G.R. es distinto. Dicha persona actuaba supuestamente como 'correo' para una red. «Acepté voluntariamente a llevar algo que sabía que podía no ser legal. No me obligaron pero necesitaba dinero y eso era mejor que putear», dijo al tribunal la sospechosa. Su defensa intentó probar «estado de necesidad» para conseguir su absolución. La acusada dijo haberse trasladado a Madrid buscando una oportunidad tras dejar a sus hijos en Colombia. Me iban a pagar 1.800 euros cuando entregara los paquetes. Sólo tenía que esperar una llamada cuando llegara a Sant Antoni», comentó. La sospechosa, sin embargo, nunca recibió la llamada porque la Guardia Civil la detuvo en un control nada más desembarcar.