Más de 2.000 de personas, según la Policía Local, asistieron ayer a la misa funeral de los cuatro familiares fallecidos en la pedanía murciana de Los Dolores al inhalar gases tóxicos de una fosa séptica. El suceso ocurrió minutos antes de las 13.00 horas del pasado sábado en una explotación ganadera familiar situada en el Carril de Campoy, en la pedanía murciana de Los Dolores, cuando José Belmonte, su hijo Diego, su sobrino Antonio, y su cuñado Alfonso Ortiz murieron asfixiados al entrar en la fosa para intentar desatascarla.
La ceremonia, oficiada por tres sacerdotes, tuvo lugar en la parroquia de Los Dolores, y dada la afluencia de amigos y vecinos de la familia que se acercó hasta el templo, la Policía Local tuvo que cortar la calle Mayor de esta población, donde se encuentra la iglesia. Los cuatro féretros llegaron a la parroquia alrededor de las 17.00 horas y fueron transportados al interior del templo por familiares y amigos de los fallecidos, que estuvieron arropados, entre otros, por el alcalde de Murcia, Miguel Angel Cámara, así como por centenares de vecinos, muchos de los cuales tuvieron que seguir la ceremonia desde el exterior de la iglesia. Familiares y amigos de las víctimas siguieron la ceremonia sensiblemente afectados, entre llantos, signos de consternación y gestos de tristeza, a lo que se sumaban las caras de incomprensión de muchos de ellos.
Tras el sepelio, los restos mortales de José Belmonte, Diego Belmonte, Antonio Belmonte y Alfonso Ortiz fueron trasladados al cementerio de la localidad murciana de Beniaján, donde fueron enterrados. El suceso tuvo lugar cuando una de las víctimas se encontraba limpiando la fosa séptica y cayó dentro, tras lo que las tres restantes fueron entrando a la misma para auxiliarle y murieron en el intento. El accidente mortal provocó gran conmoción en la pedanía de Los Dolores y congregó a numerosos familiares y vecinos de las víctimas.