El sospechoso, sobre el que ya pesaba una decisión en firme anterior por malos tratos dictada por el juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, se sentó en el banquillo del juzgado de lo Penal número 1 para enfrentarse no sólo a los cargos de violencia doméstica sino también a los de lesiones y amenazas. Estas acusaciones elevaban hasta cuatro años de cárcel las penas solicitadas tanto por el fiscal como por el abogado de la denunciante. A los 7.200 euros de multa por quebrantamiento de condena hay que sumar otros 600 euros que se deberán pagar por una falta de lesiones a su cuñado, otra de amenazas a su ex mujer y la indemnización por causar un corte en el cuello al hermano de su ex esposa.
La jueza que debía fallar sobre este caso ha considerado que no existen pruebas de que se estuviera cometiendo ahora, como tal, un delito continuado de malos tratos. Todo ello, pese a que considera probado que el sospechoso abordó a su ex mujer en la madrugada del pasado 22 de diciembre y tras golpear la ventanilla de su coche le dijo «hija de puta» y «te voy a cortar el cuello». La sentencia también valora como cierto que el propio acusado se presentó en la casa de su ex mujer, cuando estaba pasando la noche una de las hijas de ambos con su cuñado, y que se llevó a la pequeña no sin antes «poner en el cuello una navaja» al hermano de su ex esposa y de causarle «una herida incisa en la parte derecha del cuello».