La operación conjunta del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) y del Cuerpo Nacional de Policía que motivó la detención de P.G.R. tuvo lugar el pasado mes de julio después de que se concretaran las investigaciones que habían estado llevando a cabo ambos servicios policiales al tenerse conocimiento de que dicha personas podría estar dedicándose al tráfico de estupefacientes. Las sospechas se plasmaron el día 11 de julio tras ponerse en marcha un dispositivo que permitió la aprehensión de 880 gramos de hachís, así como el decomiso de una decena de plantas marihuana y casi seis gramos de cocaína que supuestamente guardaba el detenido.
El acusado compareció ayer ante la titular del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, para que se pudiera ver su causa. Dicha persona, que ante la jueza manifestó que su ocupación profesional era la de escultor, aceptó una condena de un año de prisión, pena que se alcanzó a través de una sentencia de conformidad que pactaron el ministerio público y la defensa.
El sospechoso, que fue condenado por un presunto delito de drogas que no causan daño a la salud, tendrá que pagar una multa de 5.825 euros, cantidad que una vez satisfecha permitirá la suspensión de la pena. La jueza Ramírez de Arellano, a la hora de dictar sentencia, tuvo en cuenta la atenuante de drogadicción que pesaba en el acusado. Éste se comprometió a pagar mensualmente 200 euros para saldar así la multa que se le ha impuesto.