«Es lamentable que los de fuera nos lo tengan que recordar». El presidente del Consell d'Eivissa i Formentera, Pere Palau, valoró de esta forma la petición del primer ministro británico, Tony Blair, para que se adecente la carretera de Sant Antoni, que ha registrado decenas de atropellos y colisiones mortales en los últimos años. Blair ha ordenado a su ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw, que reclame al Gobierno español «un esfuerzo» y arregle la ruta Eivissa-Sant Antoni.
Palau dijo ayer que su partido, el PP, y su equipo de Gobierno, ya tenían programada la completa remodelación de esta carretera. «Esta carretera está en unas condiciones lamentables, lo hemos manifestado en infinidad de ocasiones», dijo, «y nosotros hace tiempo que tenemos como una prioridad el adecentamiento completo de esta carretera, se trata de una propuesta de remodelación que ya estaba programada».
Este proyecto, explicó, «es una obra de tal envergadura que con el dinero del que nosotros disponemos no se puede emprender, así que pediremos ayuda al Govern balear y al Gobierno central para que se añada este asunto en el convenio de carreteras». Palau expresó ayer su malestar por el hecho de que un gobierno extranjero tenga que tomar cartas en este asunto para que de una vez por todas las autoridades insulares, autonómicas o estatales acaten su responsabilidad y adecenten la carretera.
«Da rabia que lo tengan que decir desde fuera, pero lo cierto es que esta carretera está en unas condiciones lamentables y es muy peligrosa», reconoció el flamante presidente. El tema llegó esta semana a la Cámara de los Comunes por boca del parlamentario Mark Tami, que a petición de los padres del joven galés David Holloway, que murió en 2002 atropellado en esta carretera, decidió poner en conocimiento del mal estado de la ruta a Tony Blair, que mostró su «preocupación» y prometió pedir a las autoridades españolas que hagan «un esfuerzo». La madre de David se dirigió a Tami después de que un juzgado español declarara no culpable al conductor del autobús que atropelló a su hijo. El juez estimó que no existió intencionalidad ni imprudencia por parte del conductor y que no pudo evitarlo. El mes pasado, Tami dijo que tiene intención de intentar elevar este caso al Tribunal Europeo, aunque el pasado viernes el parlamentario no quiso pronunciarse ante este periódico sobre el tema y se contentó con explicar las intenciones de Blair.