El fiscal pidió ayer hasta dos años de cárcel para un vecino de Formentera al que se le acusa de un presunto delito de amenazas después de que supuestamente terminara poniendo un cuchillo en el cuello a la mujer con la que en febrero del año pasado mantenía una relación.
El acusado negó todos estos extremos y afirmó que las discusiones entre ambas eran continuas y que, en todo caso, ese día llevaba un cuchillo en la mano porque era cocinero y estaba preparando unos bogavantes. Sin embargo, afirmó que nunca uso el citado cuchillo para amenazar y obligarla a ir a Eivissa.Lo único que reconoció en el juicio es haber propinado a su compañera una bofetada tras una de sus disputas pero como un acto reflejo de defensa».
La denuncia fue interpuesta después de que la mujer presuntamente quisiera acabar con una relación tortuosa. Según ésta, S.G., con quien nunca convivió, la sometía a un continuo acoso y en otra de las disputas llegó a zarandear violentamente a su hija porque no dejaba de llorar. A un episodio con bofetadas -siempre según esta versión- siguió el capítulo del cuchillo. En la denuncia se relató que el sospechoso le apunto con el arma y le dijo que se iba a enterar como la viera con otro. «Eso no es así. En cuatro años que vivo en Formentera nunca he sido violento. Ella fue la la que me dijo que no iba a poder estar con otro y la que me buscó una casa para que viviera cerca de ella», indicó el acusado. La propia víctima retiró luego la denuncia, pero el fiscal decidió continuar de oficio. Ella misma lo explicó a la responsable del juzgado de lo Penal número 2: «Fui a retirar la denuncia porque hablé con él. Lo único que quería es estar tranquila y ahora lo estoy», dijo.