B. MUNAR - J. M. ALONSO
El agente 189 de la Policía Local de Eivissa rescató ayer de las
llamas a un niño de 12 años. Una patrulla de la policía llegó antes
que los bomberos al incendio que se registró en el número 11 de la
calle Historiador José Clapés, en el centro de la capital pitiusa.
Cuando los agentes llegaron al lugar, les avisaron de que en el
piso aún había un niño. El policía se puso su máscara y subió a
buscarlo. Previamente, otro menor ya había abandonado el domicilio
incendiado.
Las llamas estaban calcinando la habitación en la que se originó el incendio y el espesor del humo impedía la visibilidad. El agente encontró al niño, que estaba muy nervioso y arrancó de un manotazo la máscara del policía. Una vez en la calle, ambos necesitaron oxígeno, aunque el agente no consideró oportuno acudir al hospital de Can Misses.
El pequeño, que no sufrió heridas de consideración, permanece ingresado en el hospital y se recupera favorablemente.
Los bomberos desconocen las causas que originaron el fuego, que arrasó completamente una de las habitaciones de este piso. Cerca de hora y media tardaron los bomberos en acabar con las llamas, que se iniciaron a las 12:30 horas, aproximadamente, y quedaron completamente sofocadas a las 14:20 horas. Fueron necesarios tres bomberos y dos vehículos.
Santa Gertrudis
Además, ayer se produjo un espectacular incendio en la Granja de
Santa Gertrudis. No hubo víctimas pero sí graves daños materiales.
Decenas de balas de paja alimentaron unas llamas que superaron en
algunos casos los cinco metros de altura. Anoche, al cierre de esta
edición, los bomberos continuaban apagando el fuego. Aunque en
apariencia las balas de paja parecían apagadas, a tan sólo dos
metros de profundidad el fuego persistía. Por este motivo, el
retoque final de los bomberos consistía en remover la paja y
asegurarse de que los rescoldos no reavivaran las llamas. A este
gran incendio acudieron cinco bomberos con dos vehículos, pero
también participaron aviones contraincendios del Ibanat, varios
guardas forestales y agentes de la Guardia Civil. Los bomberos
estuvieron ayer muy ocupados. En la madrugada del martes al
miércoles, aproximadamente a las 5:45 horas, un turismo Seat Panda
comenzó a arder sin razón aparente cuando circulaba por la
carretera E-20 de Eivissa, en la parte posterior del hospital de
Can Misses.
Por la tarde, los bomberos acudieron a una casa en Can Tomàs, en la ruta Eivissa-Sant Antoni, pero cuando llegaron las llamas ya habían sido sofocadas por los propietarios y vecinos del inmueble.