Las 235.000 pastillas de éxtasis que el pasado lunes intervino el Cuerpo Nacional de Policía representan tres noches de consumo en Eivissa. Fuentes policiales estimaron ayer que en la isla, en verano, se consumen diariamente cerca de 80.000 cápsulas de éxtasis. Por tanto, el alijo intervenido en Santa Eulària es una nimiedad, una gota en el océano.
Otras fuentes policiales aseguran que la incautación de este alijo no va a frenar el consumo en la isla. Al parecer, el abastecimiento está garantizado. Centenares de miles de cápsulas de este tipo circulan por la isla: el alijo del lunes es irrelevante. Eivissa sigue siendo ecoladero de siempre, una isla en la que las bandas de narcotraficantes trabajan con una tranquilidad que no encuentran en otros territorios de la Europa meriodional. De hecho, según la Dirección General de Policía, los presuntos narcotraficantes detenidos el lunes tenían intención de instalar en Eivissa su base de operaciones en el Mediterráneo. Esta circunstancia apoya la versión: Eivissa es un buena plaza para establecer redes de tráfico de estupefacientes. Según dijeron recientemente altos cargos de las Fuerzas de Seguridad del Estado, en España se interviene el 10% de la droga que entra, pero a tenor de las estimaciones de Energy Control, en el caso del éxtasis el porcentaje puede ser menor.
Según esta organización, en España se consumen anualmente cerca de 20 millones de pastillas.
El grupo de presuntos narcotraficantes detenido el pasado lunes en Santa Eulària está relacionado con la banda del Rolex, confirmó ayer el comisario Angel Marí, que añadió que en la isla opera más de una organización delictiva de este tipo dedicada al robo de relojes de esta marca.
Sin embargo, Marí dijo recientemente que la banda del Rolex había abandonado temporalmente la isla para trasladarse al Levante español. En la operación de Santa Eulària, los agentes de policía encontraron varios relojes de lujo, no se sabe de qué marca, aunque las autoridades no han dicho si realmente son algunos de los más de 20 que se han robado en la isla en las últimas semanas.
En realidad, las autoridades policiales aún no han comparecido para explicar los detalles de la operación y se han limitado a remitir una escueta información por escrito desde Madrid.
Ayer, poco después del mediodía, la casa de Santa Eulària en la que la Policía encontró 235.000 éxtasis estaba sin precintar y con la puerta abierta de par en par. No había ni un sólo agente de policía a la vista en los alrededores, ni tampoco en el único acceso a la vivienda, situada en un pequeño valle al que se accede por una pequeña vía mal asfaltada que nace en la carretera que une Eivissa y Santa Eulària. Cualquiera podía entrar y llevarse todo lo que hubiese querido. Las pruebas estaban a disposición de todo el mundo. En el huerto en el que se encontró el alijo tampoco había nadie.
Tan sólo los naranjos vigilaban la
finca.