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Cala Comte y Llevant, con 41 rescates, se erigen como las playas más peligrosas

Los socorristas de Cruz Roja han rescatado esta temporada en las aguas de las Pitiüses a 74 personas

BÀRBARA MUNAR
Los socorristas que trabajan en las playas de Eivissa y Formentera han rescatado 74 personas del mar en lo que llevamos de temporada. Los datos avalan que las playas más conflictivas de las islas son la de Llevant, en Formentera, y Cala Comte, en Sant Josep, donde se han llevado a cabo 20 y 21 rescates, respectivamente.

Según este balance, también se han llevado a término 1.116 curas y asistencias, que consisten en picaduras de medusas, heridas con las piedras o bien quemaduras por el sol que luego son atendidas por los socorristas. Asimismo, las playas donde más curas se han atendido vuelven a ser Cala Comte y la playa de Llevant, seguidas de Cala Bassa y Port des Torrent.

Las causas de la peligrosidad de Cala Comte son las islitas que hay frente a su costa. Estas islas atraen la atención de los turistas, que quieren llegar a nado hasta sus orillas, sin ser conscientes del peligro que ello conlleva: «Es una zona de bastante peligro porque hay un freu donde se producen muchas corrientes que arrastran a los bañistas», explica Antonio Maroto, coordinador de mar de la Cruz Roja.

Los nadadores, al verse arrastrados por las corrientes, en muchas ocasiones pierden el control, se quedan a la deriva y todo ello, unido al cansancio del esfuerzo por volver a la costa, provoca que los socorristas deban actuar en la zona.

Por otro lado, el problema de la playa de Llevant es el viento, del mismo nombre, que, en la época estival, sopla con bastante fuerza. Este vendaval, en la playa de Llevant, afecta al paso de Trucadors y provoca que en algunas ocasiones varíen las corrientes y la profundidad de las aguas, de modo que los bañistas que intentan cruzar el paso desde la playa hasta la isla de s'Espalmador pierden el pie, las corrientes les arrastran y se quedan a la deriva. Es por este motivo que la Playa de Llevant es la segunda con más rescates y más curas y asistencias, después de Cala Comte.

Sin embargo, este año el número de rescates en el paso de s'Espalmador ha disminuido de forma considerable debido a que esta temporada ha aumentado la vigilancia y la prevención. La Cruz Roja ha colocado un puesto fijo en el paso, donde hay dos socorristas permanentemente. Los vigilantes informan a los bañistas del estado del mar y les aconsejan de si es viable cruzar el paso o no.

Esta temporada trabajan en las playas pitiusas 35 socorristas, dos más que el año pasado, y el horario que hacen es de once de la mañana a seis de la tarde.

Sin embargo, si llega el momento de terminar y queda mucha gente en la playa, hay ocasiones en las que se opta por ampliar la jornada de los vigilantes.

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