Varios empresarios afincados en Eivissa han tomado la decisión de contratar guardaespaldas para protegerse de posibles asaltos nocturnos en sus domicilios. La decisión está motivada por los últimos asaltos registrados en la isla, que han puesto sobre aviso a varios empresarios que temen que a ellos les pueda ocurrir lo mismo o, en el caso de los que ya lo han sufrido, que se vuelva a repetir.
Este es el caso de José María Etxaniz y Khalid Rodan, propietarios del Privilege y El Divino, respectivamente, que recientemente han sufrido sendos asaltos en sus domicilios, aunque no son los únicos. Otros empresarios de la isla que prefieren guardar el anonimato por cuestiones de seguridad han seguido su ejemplo y han contratado guardaespaldas para que les acompañen a sus domicilios y custodien sus casas durante las noches.
La ola de violentos asaltos que ha soportado Eivissa durante el pasado mes de agosto ha asustado a muchos empresarios que, hasta ahora, vivían en la isla sin protección y más o menos tranquilos.
José María Etxaniz ha contratado a cuatro guardaespaldas para que le acompañen a su casa por la noche y vigilen el inmueble al menos hasta el amanecer. El caso de Khalid Rodan es similar. Sus guardaespaldas privados sólo cuidarán de él y de su domicilio durante la noche.
El asalto a la casa de Etxaniz, en Sant Rafel, no fue el primer caso del verano, pero sí el más espectacular. Dos encapuchados saltaron la valla de su casa y le estuvieron esperando en el jardín de su casa. Cuando llegaron el empresario y un amigo les atacaron con machetes. Ambos resultaron heridos, sobre todo el invitado de Etxaniz. Al parecer, este empresario vasco afincado en Eivissa ya había sufrido otros intentos de robo en su domicilio en la isla, pero ninguno tan violento como éste. La Guardia Civil no aún ha detenido a ningún sospechoso, aún investiga el móvil del asalto y no descarta ninguna posibilidad. Tras el ataque Etxaniz tomó la decisión de contratar guardaespaldas, al igual que otros empresarios del gremio.
El kuwatí Khalid Rodan, que también es propietario de algunos hoteles y comercios de la isla, no estaba en su casa cuando un grupo de encapuchados entró en su mansión de Jesús, amordazó a dos de sus empleados y se llevó una caja fuerte que pesa cerca de 250 kilogramos. Ocurrió el pasado domingo, cinco días antes de que un alemán que estaba alojado en una lujosa casa de Jesús muriera después de entrar en tres casas por motivos que aún se desconocen. Las circunstancias en que la policía encontró al fallecido hacen descartar casi completamente la hipótesis del robo. Los agentes lo encontraron lleno de sangre y completamente enajenado. El alemán murió al poco de llegar la policía. En junio pasado se produjo en Cala Llonga la única acción de este tipo en la que los asaltantes han resultado detenidos. Se trató de dos argentinos.