A pesar de este sensible incremento interanual, las cuatro muertes por sobredosis de 2003 confirman la tendencia a la baja que se viene imponiendo en los últimos años a nivel nacional en lo referente a las muertes por sobredosis de heroína, ya que en la década de los años 90 las estadísticas en Eivissa mostraban resultados mucho más graves.
En el caso de las tres muertes por heroína, se trató de yonkies con una larga trayectoria de consumo de este opiáceo. En el caso de la única muerte registrada este año en Eivissa por sobredosis de pastillas de éxtasis o MDMA, se trató de un joven irlandés de 25 años que ingirió nada menos que 16 comprimidos de este tipo mezclados, además, con cantidades indeterminadas de cocaína y alcohol, además de varias aspirinas que tomó cuando regresó a su hotel.
Pero la cifra de muertos por consumo de droga a lo largo de este año en Eivissa podría aumentar a cinco si, tal y como se teme, se confirma que el empresario alemán que murió recientemente en una casa de Can Lluís de sa Rota falleció por consumo excesivo de estupefacientes. La Clínica Médico Forense espera los análisis de sangre y tejidos enviados a Palma. Este alemán, de 37 años, falleció en el interior de una casa cercana al domicilio en el que residía provisionalmente y que le había prestado un compatriota. Murió con gran cantidad de cortes por todo el cuerpo y expulsando espuma por la boca al poco de llegar la Policía Local de Santa Eulària. Se presupone que la causa podría ser el consumo de drogas porque, según el diario NWZ de Düsseldorf, el empresario, llamado Guido Scheueyens, era conocido en su ciudad, Möers, por su afición a la cocaína y, además, no cuenta con antecedentes por problemas psiquiátricos o epilépticos.