Además, los restos de una tulipa del coche hallados en el domicilio del ciudadano británico, que lleva seis años en España, coinciden en un 99,9 por ciento con los que aparecieron en el lugar del crimen. Fue la compañera del detenido la que informó a la Policía Judicial de la Guardia Civil encargada del caso de que había visto unos restos de sangre en la ropa del británico y arañazos en la cara en la noche en que desapareció Sonia Carabantes, al tiempo que declaró que el detenido había estado en la feria de Coín. Sonia Carabantes, de 17 años, desapareció en Coín el pasado 14 agosto cuando regresaba a su casa desde la feria del pueblo y su cadáver apareció en una zona arbolada y semienterrado bajo unas piedras el 19 de agosto.
Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil registraron ayer tarde una vivienda situada en el colegio público Emilia Olivares de Alhaurín El Grande en presencia del detenido, que residía al parecer en dicho inmueble, del que sacaron ocho grandes bolsas y una caja, material que han considerado relevante para la investigación. El comisario-jefe de Policía en Málaga, Florentino Villabona, fue apedreado en la cabeza, aunque se encuentra en buen estado, durante el registro de la vivienda, cuando se vivieron momentos de tensión después de que cientos de personas se congregaran para increpar al detenido.
Vecinos de Alhaurín el Grande describieron a Tony Alexander King como una persona «normal» y explicaron que trabajaba en un bar regentado por ciudadanos extranjeros y próximo al lugar donde vive. Pedro Apalategui, el abogado defensor de Dolores Vázquez, dijo que está a la espera de que se confirme la implicación del ciudadano británico detenido en Alhaurín el Grande en los crímenes de Rocío Wanninkhof y Sonia Carabantes, ya que «se podría demostrar que Dolores no tiene nada que ver».