Las muestras genéticas del británico Tony Alexander King, detenido anteayer en Alhaurín de El Grande (Málaga), coinciden con el perfil del ADN hallado en la investigación de los asesinatos de la joven de Coín Sonia Carabantes y la de Mijas Rocío Wanninkhof.
Esta confirmación por parte de fuentes de la investigación se produjo horas antes de la comparecencia ante la prensa de Dolores Vázquez, única acusada por el asesinato de Rocío Wanninkhof, que aseguró que no conoce al detenido e insistió en su inocencia. El ADN obtenido de las muestras recogidas en la casa del detenido coincide con el de las halladas en cristales de un faro que estaba cerca de donde asesinaron a Sonia y con el de una colilla recogida donde desapareció Rocío, y es único entre un trillón de personas, según las pruebas del laboratorio de la Guardia Civil.
El perfil genético «es idéntico» al que se obtuvo de los tejidos que había bajo las uñas de Sonia, según el instituto armado. El detenido, al que la Policía cree implicado en ambas muertes, confesó «con frialdad» y de «forma serena» ser el autor del asesinato de la joven de Coín, según fuentes policiales, que precisaron que, en el interrogatorio, King midió sus palabras y no se derrumbó mientras reconocía su participación en el crimen. Según informaron fuentes de la investigación, las pruebas genéticas practicadas sobre un calzoncillo del arrestado y sobre la colilla de uno de sus cigarrillos demuestran que su perfil genético es el mismo que el apreciado en los escenarios de los dos crímenes.
También se constató que los restos del faro de un vehículo encontrados cerca del domicilio de Sonia Carabantes son del mismo tipo que los del coche del ciudadano británico de 38 años detenido. Para estas fuentes, se trata de una persona «inteligente», que dio a los agentes durante su declaración algunos datos «importantes», cuya veracidad se está comprobando. No obstante, en algunos momentos de su comparecencia ante los investigadores, el detenido respondió con evasivas a las preguntas.