La investigación realizada por la Guardia Civil de Eivissa culminó en Alicante después de que se localizara en dicha provincia a la mujer que supuestamente había arrojado a un buzón de correos el arma, una pistola, al parecer modelo 'Veletta', que, sin embargo, pareció manipulada para que no pudiera ser utilizada. El esclarecimiento de los hechos se concretó en la detención del sospechoso, de nacionalidad norteamericana, y su posterior puesta a disposición judicial.
El caso se inició después de que un cartero se encontrara meses atrás con la citada pistola, junto con una caja de munición, y con tres documentos acreditativos de un hombre de nacionalidad norteamericana cuando se disponía a recoger la saca. Los agentes dieron entonces los primeros pasos para aclarar la procedencia y la causa de que alguien se hubiera desembarazado de dicha arma.
Estas gestiones se resolvieron con la localización de la persona que figuraba como titular de los documentos. Dicha persona negó en principio su relación con el arma y sólo pudo dar vagas explicaciones sobre su procedencia. Según la información recogida por este periódico, en ellas hizo mención a su antigua relación con una mujer, vecina también de la zona de Jesús, y a su sorpresa por haber visto en alguna ocasión la pistola escondida dentro de esta casa. Él mismo reconoció haberla inutilizado para evitar cualquier daño.
La Guardia Civil, tras tener otra pieza del puzzle, decidió proseguir las indagaciones para dar con el paradero de la mujer. Sin embargo, los investigadores se toparon con que ésta, de nacionalidad alemana, no sólo había abandonado la isla sino que también había vendido su casa.
El caso se trasladó a Alicante después de que nuevas gestiones dieran como probable que este lugar del levante español estuviera el nuevo domicilio de la mujer. La localización de dicha persona, tras otro largo trabajo de investigación, permitió dar algún sentido al rompecabezas.
La mujer desentrañó que había tenido sus más y sus menos con el supuesto dueño de la pistola, quien supuestamente había irrumpido al menos dos veces con violencia en la casa, y que, al sentirse asustada por todo, decidió tirarlo todo antes de dejar zanjada por completo la relación con su 'huida' de la isla.
En las declaraciones que realizó posteriormente y que forman parte del atestado presentado en el juzgado ésta explicaba que no se le ocurrió otra forma de deshacerse de la 'Veletta' por temor a que alguien la encontrara e hiciera mal uso de ella. De igual manera, explicó que sólo se le ocurrió este procedimiento para 'escapar' de su ex compañero por temor a una represalia si interponía una denuncia por malos tratos.