Un anciana ibicenca atropellada el pasado sábado por la noche en la carretera de San Miquel se debatía entre la vida y la muerte anoche al cierre de esta edición en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario. María Boned Riera, nacida en Eivissa hace 76 años, permanece en observación y en estado crítico. El sábado por la noche, poco después de ser atropellado por un vehículo en la carretera de Sant Miquel, los médicos tomaron la decisión de no operarla debido a la gravedad de sus lesiones. La mujer padece una fuerte hemorragia cerebral y, ayer, los médicos estimaron tan grave su estado que permitieron a un sacerdote que le administrara la extrema unción.
María Boned sufrió el atropello alrededor de las nueve menos cuarto de la noche del sábado en el kilómetro 3,5 de la carretera que une las poblaciones de Eivissa y Sant Miquel. Una ambulancia con UVI móvil del 061 se encargó de trasladar a la anciana a Policlínica Nuestra Señora del Rosario. Este año han muerto en las carreteras de Eivissa y Formentera 12 personas a consecuencia de atropellos y colisiones y cerca de una decena resultaron heridas muy graves.
La mayor parte de los accidentes mortales se han registrado en la noche del domingo al lunes. El accidente que más heridos graves dejó se produjo a principios del pasado mes de agosto de madrugada en la carretera de Sant Antoni. Cuatro personas resultaron muy graves.