«Las directrices sobre los controles antidrogas que había previstos para los establecimientos de ocio de la isla se dieron por igual desde la Dirección Insular tanto a la Guardia Civil como al Cuerpo Nacional de Policía. Todo ello sin que bajo ningún concepto pudiera pensarse en trato de favor alguno».
Las declaraciones hechas a este periódico corresponden a la directora insular, Marienna Sánchez-Jáuregui, quien informó de que en próximos días dará a conocer en rueda de prensa un adelanto sobre los resultados policiales obtenidos durante la denominada operación verano en toda la isla.
Hasta ahora, sólo ha trascendido que la Guardia Civil ha presentado una denuncia concreta en un informe sobre tres importantes discotecas en las que se señala la presunción en la «tolerancia con las drogas». Sobre lo que haya podido ocurrir en los locales del municipio de Eivissa ('territorio' de Comisaría) es una incógnita que tampoco aclaró Sánchez-Jáuregui valorándose que todo está en estudio. «En su momento se sabrá todo», dijo.
Desde las discotecas afectadas por lo que sí ha trascendido, sin embargo, se ha resaltado que se hace lo que se puede para combatir tanto el tráfico como el consumo de estupefacientes e incluso se han levantado voces en las que se señalan que se sienten «criminalizados».
Sánchez-Jáuregui destacó ayer que «los controles policiales son para todos los locales sin distinción alguna» y manifestó que la realización de estas actuaciones fue anunciada claramente en la reunión que convocó a principios de temporada y en la que se invitó no sólo a los responsables de las grandes discotecas sino a todos los de la asociación de salas de fiestas.
«En esta reunión, además de pedir la colaboración, se advirtió de que todos los cuerpos de seguridad tenían directrices muy concretas, iguales para todos, de ser rigurosos en el control de los locales tanto en lo referente al tráfico de drogas como a las situaciones de consumo».