Mijail Jodorkovski, presidente de la mayor empresa petrolera de Rusia y uno de los hombres más ricos del mundo, fue detenido ayer en la ciudad siberiana de Novosibirsk por negarse a comparecer en unos interrogatorios de la Fiscalía General rusa.
Jodorkovski es el hombre más rico de Rusia y su compañía es investigada desde hace unos meses por la Fiscalía bajo sospechas de estafa al Estado y evasión fiscal, aunque en el exterior Yukos es considerada como una de las firmas más transparentes de Rusia.
La oposición liberal ha denunciado el acoso judicial a YUKOS como una ofensiva del Kremlin para castigar a los «oligarcas» con ambiciones políticas, tras conocerse que Jodorkovski financia a partidos opositores en la campaña para las elecciones parlamentarias de diciembre y presidenciales de marzo próximo.
La revista internacional «Fortune» incluyó a Jodorkovski en su edición de agosto como el decimoquinto integrante de la lista de los 25 empresarios no estadounidenses más influyentes del mundo.
Un mes antes, la Fiscalía General rusa había abierto siete expedientes contra YUKOS por presunto fraude y después ordenó la detención de su accionista y «cerebro» financiero, Platón Lébedev, por sospecha de estafa al Estado.