SARA YTURRIAGA
Alrededor de 60 bombonas de butano cayeron al mar durante la noche
del sábado después de que un golpe de mar provocara el
desplazamiento de la carga que transportaba la embarcación
«Benirredra», de la compañía Iscomar, que realizaba el trayecto
entre Palma y Eivissa. Los hechos sucedieron aproximadamente a las
22'00 horas a unas tres millas de distancia del puerto de Eivissa.
Según los primeros indicios, las malas condiciones de navegabilidad
provocadas por el fuerte viento que durante esa jornada llegó a
alcanzar rachas de hasta 60 km/h, fueron la causa de que parte de
la carga se precipitase al mar. «El barco estaba realizando una
maniobra y en ese momento recibió el impacto de un fuerte golpe de
mar que hizo que algunas de las bombonas cayesen al agua y que
otras rodasen por cubierta», relataba ayer el gerente de Iscomar,
Juan Sánchez. El reglamento obliga a que las bombonas de butano se
trasladen sobre plataformas amarradas a la cubierta del barco.
Inmediatamente la embarcación fue amarrada en la zona de carga y descarga. «La situación no era peligrosa y no era necesario seguir otro procedimiento», señaló Sánchez. Esa misma noche se iniciaron los trabajos para reordenar todo el material que transportaba el barco ya que las plataformas que viajaban en el interior también se habían desplazado. Los bomberos también se desplazaron al amarre como medida de protección ante un posible escape, aunque comentaron que el único peligro radicaba en que alguna embarcación chocase con las bombonas, ya que estas se mantenían a flote.
Paralelamente, Salvamento Marítimo inició la búsqueda de las bombonas. Algunas de ellas aparecieron por la mañana en la orilla de la playa de es Cavallet y Platja d'en Bossa. Durante el día de ayer se recuperaron unas 50 bombonas de butano, aunque los trabajos continuarán hoy.