El pintor piensa que el robo lo ejecutó alguien de su entorno y que se produjo durante la noche del sábado día seis al domingo siete, aprovechando su ausencia, ya que el artista se encontraba en Roma en el bautizo de su nieto.
«Los cuadros estaban en un lugar en el que yo los guardo almacenados en pilas, en el suelo o sobre una tarima. La puerta de entrada (metálica) no estaba forzada, tal vez entraron saltando el muro», relató ayer el pintor desde su estudio. Al parecer, el ladrón o ladrones sabían muy bien a dónde dirigirse para encontrar los cuadros. Entraron sólo en el estudio, que no tiene alarma, y no el casa, que está al lado. Además, junto a los cuadros robados había una cámara fotográfica de medio formato y gran valor, según su propietario, que los ladrones no se llevaron. Los vecinos del pintor aseguran que no escucharon nada que les hiciera sospechar.
En un primer momento, Herreyns sospechó de una persona que, tras ser investigada por la Guardia Civil, fue, al parecer, descartada como presunta autora del robo. Ahora, según el pintor, las investigaciones se encuentran en un impasse. En los últimos meses, varias revistas especializadas han situado a Herreyns como un pintor en alza, sobre todo en Eivissa y Bélgica, lo que tal vez haya motivado a los ladrones a robar su cuadros, óleos en su mayoría. Aun así, no será fácil vender estos cuadros robados, piensa Herreyns. «Tal vez continúen en la isla hasta que pase el tiempo suficiente para venderlos o tal vez salieron de Eivissa el primer día», elucubró el pintor.
Bélgica es un país con una larga tradición en robo y venta de arte.