J. J. M.
Pese a lo destacado de las heridas del pequeño, localizadas principalmente en la cara, su vida en principio no corre peligro, según los datos que tenía anoche la Delegación del Gobierno.
El menor fue encontrado en su casa con la cara destrozada por un familiar, que al ver su estado decidió trasladarlo durante la misma tarde al Centro de Salud de Santa Eulària, lugar donde ya se pudo determinar el importante alcance de sus lesiones.
Asimismo los facultativos del centro se percataron de que las heridas que padecía el pequeño, según todos los indicios, eran producto de varios golpes brutales y no de una posible caída, circunstancia que también se suele barajar en este tipo de casos cuando se examina a bebés con heridas, según la información recogida por este periódico. La importancia de las heridas y la clara sospecha de que el pequeño había sido víctima de abusos violentos motivó que se diera parte la Guardia Civil para que iniciara las investigaciones oportunas mientras el pequeño era llevado a Can Misses para quedar posteriormente ingresado en el hospital.
La directora insular, Marienna Sánchez Jáuregui, confirmó anoche la intervención de la Guardia Civil en este caso y la detención de un familiar muy próximo al bebé que realizaron agentes del instituto armado sobre la 21 horas.
Sánchez-Jáuregui, además, precisó que según los últimos datos de que ella disponía el bebé podría haber recibido el alta médica en las horas siguientes a su llegada a Can MissesLos datos recogidos por este diario indicaban que la presunta agresión tuvo lugar en un domicilio de inmigrantes. La madre es una mujer ecuatoriana que vivía desde hacía algún tiempo con un magrebí, persona esta última que figura en principio como supuesto responsable de lo ocurrido ya que, según todas las fuentes consultadas, se supone que las heridas causadas bien pudieron ser hechas después de que el niño recibiera una tanda de puñetazos.