Las tres personas acusadas de actuar en connivencia para prostituir bajo engaño a una vecina de Vigo de 30 años y que llevaba al menos diez días residiendo en la isla quedaron anteayer en libertad por orden judicial después de que la Guardia Civil les entregara en el juzgado de guardia tras recibir una petición de ayuda desde Galicia.
La rápida actuación policial se produjo después de que dicha mujer contactara por teléfono con una amiga de Vigo y le explicara que se hallaba en Eivissa trabajando a la fuerza en un club de alterne, local que sólo dejaba para ir a una casa de Sant Josep donde era custodiada.
La Guardia Civil localizó a la presunta víctima. Tras hablar con ella y después de que ésta formulara sus acusaciones, se apresó al encargado de un club de Santa Eulària, a un camarero y a un residente cubano que supuestamente la había traído bajo la promesa de un contrato de camarera. Se da la circunstancia de que el dueño de este club fue arrestado días atrás una redada en Sant Antoni. tras hallarse menores en el local.
La juez a la que tocó el caso decidió dictar el archivo de la causa tras escuchar las declaraciones de unos y otros y después de que el fiscal no se opusiera al sobreseimiento. Según lo averiguado por este periódico, la mujer no se retractó de sus acusaciones. Los tres sospechosos tampoco incurrieron en contradicciones en sus respectivas declaraciones. Pero tras trascender las situaciones personales de cada uno de ellos y analizarlas judicialmente se consideró que no había indicios que evidenciaran que la denunciante, pese a los manifestado, hubiera sido víctima de coacciones o algún engaño durante su venida y estancia en Eivissa.