La Guardia Civil buscaba ayer en Formentera a una persona, posiblemente un hombre, que pudo resultar herido, sin descartarse su fallecimiento, como consecuencia de una violenta pelea que se presume ocurrió en una casa de Migjorn y en la que se encontraron multitud de rastros de sangre.
La vivienda, conocida como «Casa Concha», era ocupada por una pareja alemana, de unos 30 años, que ayer tarde quedó en libertad después de declarar en el puesto de esta isla. Muestras de esta sangre han sido enviadas a los laboratorios a fin de confirmar si efectivamente era humana. El hombre sufría heridas leves.
El rastreo, ya de un cuerpo, se llevó a cabo no sólo por tierra sino que la Guardia Civil también peinó la costa de Migjorn con una embarcación del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y con un helicóptero con base en Palma después de que la inspección ocular que se realizó en el lugar también revelara la existencia de mucha sangre en las estacas que llevaban a la playa. Las primeras hipótesis que recogieron los agentes de la unida de Policía Judicial que se trasladaron ayer a Formentera apuntaban a que una tercera persona fue invitada a pasar la noche con la pareja que está siendo objeto de investigaciones. Se da la circunstancia de que la mujer es la hija de la propietaria de la casa, ubicada más concretamente en la zona de es Còdol Foradat. La Guardia Civil baraja como suposición más probable que durante la velada se produjera una fuerte discusión entre todos ellos que se vio espoleada por la ingesta, al menos, de alcohol. No se descartaba que dicha discusión se hubiera precipitado por una cuestión de celos. El hallazgo de la sangre en el patio exterior de la vivienda alertó tanto a la Policía Local como a la Guardia Civil. Durante toda la mañana «Casa Concha» fue objeto de una minuciosa inspección en busca de pruebas. Según las distintas informaciones que han trascendido, los rastros eran muy claros en el suelo de la entrada y en las columnas del porche, así como en las paredes, lugar donde eran visibles las huellas de manos. En el exterior, y sobre una mesa , también se hallaron cristales y botellas rotas que muy posiblemente fueran utilizadas en la riña.