G.R./R.S.
El propio director insular, José Manuel Bar, insistió ayer que, sin
descartar ninguna hipótesis, no hay por el momento indicios de
criminalidad en la desaparición de un hombre que supuestamente
resultó herido tras una pelea en una casa de Formentera que el
domingo fue descubierta con múltiples manchas de sangre tanto en el
porche como en el interior. La Guardia Civil, que ayer rastreó
entre el vecindario de Migjorn para conocer si alguien oyó lo
sucedido, baraja que el 'desaparecido' se limpió en la playa y
luego se marchó con paradero desconocido.
Los nuevos datos recogidos por este periódico también apoyan que lo sucedido en 'Casa Concha' no es tan grave como se ha podido presuponer. La inspección ocular efectuada por la Guardia Civil ha revelado que el volumen de sangre perdido en la pelea, pese a su espectacularidad, no es tan grande como se temía.
En total, una cantidad cercana al litro y que bien pudo producirse por una herida tras cortarse el invitado con el cristal de una ventana que se rompió en la riña, tal y como ha declarado uno de los residentes alemanes de la casa Formentera investigada. Esta misma persona, que ocupa la casa con la hija de la propietaria de la vivienda desde principios de verano, aseguró en su declaración a la Guardia Civil que la tercera persona que estaba con ellos se fue del domicilio llevándose las llaves del inmueble y un ciclomotor negro de su propiedad.