Al parecer, la mujer causó numerosos destrozos en el inmueble, según Alejandra Ferrer, y el acta notarial con las fotografías podría servir «para demostrar su agresividad». Además, añadió la hija de Ferrer, el propietario del piso del barrio de Can Misses en el que se produjo la trifulca y a quien, supuestamente, el ex alcalde relató los presuntos malos tratos sufridos, será testigo de la acusación durante la vista oral en la que se juzgará a R.M.P.B. La familia del ex alcalde de Formentera ha expresado su malestar por el hecho de que el juez dejara en libertad provisional, el pasado martes, a la supuesta agresora, con quien Bartomeu mantuvo una relación de unos once años. En la actualidad, ambos vivían en la misma casa de Formentera, que han dividido en dos espacios levantando un muro interior. Los hechos que acabaron con Ferrer en el hospital se produjeron en la madrugada del pasado sábado. Al parecer, esa noche se produjo una discusión en la que, tal y como reconoció la acusada, ésta golpeó al ex alcalde con la mano y un teléfono móvil. Ante el juez, informó el Ministerio Fiscal, la acusada también dijo que Ferrer estaba bebido y se golpeó con la cabeza en la taza del WC y con el marco de una puerta. Al día siguiente de la discusión, según el relato de Alejandra Ferrer, el ex alcalde explicó al propietario del piso en el que se produjeron los hechos que había sido golpeado por la mujer, por lo que tenía un ojo amoratados y una brecha en la cabeza. Ya el lunes fue hospitalizado en estado crítico. Ferrer ha sido operado y permanece en coma inducido. Tiene, según los médicos de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, un gran edema cerebral y, a consecuencia del mismo, sufre falta de riego. Los médicos le realizarán un nuevo TAC el próximo lunes o martes y, según los resultados, se tomará o no la decisión de intentar sacarle del coma inducido.