La dependienta de la tienda de ropa infantil de Eivissa que fue atracada con extrema violencia el pasado 29 de diciembre ha reconocido a través de una fotografía y «sin ningún género de dudas», según la policía, a su presunto atracador, tal y como adelantó ayer este diario. Se trata del ibicenco natural de Santa Eulària A.F.F., de 29 años. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía lo arrestaron después de que la dependienta se recuperara parcialmente de las graves heridas sufridas durante el atraco y lo pudiera reconocer a través de una fotografía presentada por los investigadores. El atraco se produjo a última hora de la tarde en una tienda de ropa infantil de la calle Balears, y no en otro establecimiento similar y cercano de la avenida Isidor Macabich, como se publicó ayer por error. El atracador tan sólo se pudo llevar cien euros. Según el relato del Cuerpo Nacional de Policía, la reconstrucción de los hechos efectuada con base en las declaraciones recabadas presenta «a una persona que utiliza una violencia inusitada y desmedida contra la víctima, a la que hizo volver de espalda con el pretexto de que le sirva unas sudaderas para emprenderla en contra de ella primero con puñetazos y patadas con una barra metálica después, intentado introducir a la víctima en el almacén, lo que no pudo conseguir gracias a la fuerte resistencia». La mujer, que fue encontrada en el suelo del local por unos familiares, tuvo que ser ingresada en la Policlínica Nuestra Señora del Rosario, donde se recuperó de fuertes traumatismos en cabeza y tórax. Los investigadores sospecharon pronto de A.F.F., pero no pudieron presentar la fotografía del acusado ante la víctima hasta el pasado día 12, cuando su estado físico lo permitió. El director insular en las , José Manuel Bar, felicitó ayer al Cuerpo Nacional de Policía por la detención del sospechoso y añadió: «Nunca dudé de que iba a ser detenido. La policía ha culminado un buen trabajo».
Colaboración ciudadana
Los investigadores de la policía fueron desgranando las
informaciones recibidas «tanto en el ámbito de la colaboración
ciudadana como de las conversaciones mantenidas con personas
vinculas al consumo de heroína».
A través de la colaboración ciudadana, los agentes «dibujaron el perfil del autor con una característica que determina tanto su peligrosidad como la intolerancia dentro del propio círculo de los toxicómanos e incluso el rechazo a suministrar sustancias estupefacientes por parte de los traficantes [al arrestado]». La policía averiguó que la persona buscada es de carácter muy violento e incluso mantiene amenazados a otros yonkies para que le consigan la dosis que a él le niegan los narcotraficantes.
El azar, dice la policía, hizo que el día que la víctima fue dada de alta su supuesto agresor comenzara un tratamiento de desintoxicación, y fue detenido cuando iba a por metadona.