El sospechoso, un hombre que trabajó el pasado verano para al menos dos empresas de ocio de la isla y que no es de nacionalidad española, declaró la semana pasada después de que el juzgado que ha abierto diligencias por esta causa recogiera su testimonio tras contactar con él en otra sede judicial gracias a una videconferencia. El acusado, que negó su participación en la agresión que sufrió un joven de Sant Antoni, en concreto, fue interrogado por unos hechos ocurridos en la mañana del pasado 7 de agosto. En ellos resultó herido un chico que se hallaba en el interior de una discoteca de la isla en compañía de un grupo de amigos y amigas. Al parecer, éste fue obligado por la fuerza a abandonar el inmueble cuando un miembro del equipo de seguridad le sorprendió liándose lo que se identificó como un cigarrillo de marihuana o hachís. El denunciante terminó recibiendo asistencia médica, con la nariz rota como lesión principal, tras ser objeto de la menos tres agresiones. Éste afirmó que fue agarrado y sacado a la fuerza al exterior, momentos en que recibió todo tipo de golpes. Ya fuera los ataques continuaron, cuando al parecer ya había más miembros de seguridad que reforzaban a su compañero, hasta que alguien propinó un fuerte puñetazo en la cara a la víctima. El acusado declaró que él no atacó en ningún momento al joven y dijo que tuvo que ser otra persona. Éste sin embargo, según datos recogidos por este periódico, dejó a la semana de pertenecer al servicio de seguridad de esta discoteca.
Un juzgado investiga si un portero de discoteca destrozó la nariz de un cliente
El acusado, que dejó de formar parte de la seguridad del local, declara por videoconferencia que él no fue
J. J. Monerri |