Algunos de los diez detenidos que formaban parte de la banda que asesinó en un restaurante de Sant Josep el verano pasado al empresario José Miguel López Gazado estuvo dedicado al atraco de bancos a mano armada en Madrid y sus alrededores. El grueso de este grupo ha sido desarticulado por la Policía Judicial de la Guardia Civil, que llegó a ellos a raíz de la investigación del asesinato en Eivissa del empresario madrileño, el siete de agosto del año pasado. Entre las numerosas actividades delictivas que desarrollaba este peligroso grupo destaca el robo de coches, la extorsión y el narcotráfico, aunque alguno de ellos ha estado involucrado en otros homicidios cometidos hace años.
La detención de estas diez personas, ocho españolas y dos colombianas, supone la eliminación de una banda muy peligrosa formada por profesionales especializados y con bastante experiencia en el mundo del crimen organizado, según los investigadores.
El crimen de José Miguel López Gazado es un ejemplo de su forma de actuar. Un asunto de pareja se entremezcla en el móvil, aunque los conocedores del caso no se atrevan a hablar de crimen pasional. Una mujer que fue compañera del cabecilla de la banda, J.M.C.P., español de 37 años, mantuvo después una relación con el empresario asesinado. Por este motivo, J.M.C.P. decidió cobrar un impuesto al madrileño. Esto, finalmente, acabó con su vida.
Después de ser asesinado, la banda continuó intentando extorsionar a la esposa y el hijo de López Gazado. La investigación, bautizada como Sa Punta, lleva en marcha nueve meses y aún continúa abierta.