El fiscal pide 14 años de cárcel por homicidio y tenencia ilícita de armas para el cliente de una discoteca de Cornellá de Llobregat (Barcelona) que mató a otro de un tiro en la cabeza el 25 de diciembre de 1999. la acusación particular aumenta la pena demanda a 19 años.
Los hechos, que un jurado popular ha empezado a juzgar en la Audiencia de Barcelona, ocurrieron sobre las 08,30 horas del día de Navidad en la puerta de la discoteca «Blade», un «after-hours» que carecía de licencia para permanecer abierto más allá de las 5,30. La acusación particular también solicita para el presunto homicida, D.M.E., 19 años de prisión por un presunto delito de asesinato y otro de tenencia ilícita de armas.
La mañana de autos, D. M., que había estado celebrado la Nochebuena con unos amigos en el interior del local, regresó al mismo una media hora después de que miembros de seguridad de la discoteca lo echaran de la sala por «meterse con algunos clientes» y mostrar «síntomas de embriaguez y de no comportarse correctamente», según ha declarado un empleado.
D.M., un vecino de L Hospitalet de 25 años que trabajaba como vendedor de coches de importación, aparcó entonces su BMW con matrícula de Bélgica frente a la puerta de «Blade» y efectuó al menos dos disparos, de forma que el primero impactó en la acera de la calle tras la intervención del gerente de la discoteca, quien intentó impedir que D.M. apretara el gatillo. El último disparo lo efectuó contra la puerta metálica de la sala, que los porteros habían logrado cerrar, instantes antes al ver a D.M.asomar con un revólver Magnum 44 de grandes dimensiones. La bala perforó la chapa de la puerta de entrada e impactó en el cráneo de Javier López, uno de los pocos clientes que permanecía en el local.