El juez decano de Eivissa, Juan Carlos Torres, dejó ayer sin efecto la orden de prisión provisional incondicional que se ratificó contra cinco de los presuntos integrantes de la trama que urdió el asesinato del empresario y supuesto narcotraficante José Miguel López Calzado, que fue tiroteado el pasado siete de agosto de 2004 en un restaurante de Sant Josep. Por tanto, queda anulada al menos por el momento la acusación de asesinato y de encubrimiento contra estas cinco personas, aunque no las imputaciones por otros delitos, como los de extorsión, narcotráfico y posesión ilegal de armas. De hecho, sólo uno de estos cinco quedará en libertad.
El juez decano ordenó la semana pasada la prisión provisional sin posibilidad de fianza de estos cinco sospechosos. Tres de ellos fueron imputados como presuntos autores materiales del asesinato y los otros dos por supuesto encubrimiento del mismo. Pero ayer, el magistrado tomó la decisión de dejar sin efecto la orden de prisión porque los dos testigos que supuestamente presenciaron el crimen no lograron reconocer a los autores gracias a las «artimañas» de los abogados defensores, según apuntaron algunas fuentes relacionadas con el caso. En la rueda de reconocimiento, los dos testigos protegidos -Europa y Europea- no lograron reconocer a las personas imputadas por el asesinato. Éste es el motivo por el que el juez decano ha anulado la orden de prisión provisional incondicional contra estos cinco imputados.