Un vecino de Sant Rafel de 37 años, C.M.M.T., natural de Mallorca, perdió ayer tarde la vida a pocos metros de su casa cuando se incorporaba en su furgoneta a la carretera interior de esta localidad desde un camino y fue embestido por un autobús. El autobús, que cubría la línea entre Eivissa y Sant Antoni, llevaba en ese momento 21 pasajeros. El conductor, de 58 años, se encontró de repente la furgoneta siniestrada y no pudo hacer nada para evitar la colisión. Todos los ocupantes del autocar salieron ilesos.
El fatal siniestro, que eleva a dieciséis el número de personas fallecidas este año en las Pitiüses por accidente de tráfico, ocurrió sobre las cuatro de la tarde detrás de la gasolinera de Sant Rafel, en una zona que coincide perpendicularmente con el kilómetro 7,400 de la carretera de Sant Antoni.
Los primeros indicios apuntan a que el accidente pudo deberse a un despiste cuando C.M.M.T. entraba en la carretera al volante de una furgoneta Renault Express (PM-9518-CC). El autocar impactó frontalmente contra dicho vehículo causando la muerte de su único ocupante prácticamente en el acto.
Los bomberos rescataron de entre los hierros ya cadáver a C.M.M.T., maniobra que fue necesaria realizar con urgencia para que el personal sanitario del 061 pudiera acceder al paciente e intentar recuperar sus constantes vitales, extremo este último que fue imposible. Los médicos sí pudieron ayudar al conductor del autocar, que padeció una fuerte crisis de nervios, según la información recogida por este periódico. Minutos después otro autobús recogió a los pasajeros afectados.