El fiscal ha solicitado por el acusado de robar y golpear brutalmente «con ánimo de matar» a la dependienta de una tienda de ropa infantil de Eivissa la pena de 19 años de prisión. El fiscal pide a la Audiencia Provincial que condene a A.F.F., de 20 años, a cinco años por el delito de robo con violencia y 14 años más por el de asesinato en grado de tentativa. Además de estas penas de cárcel, el fiscal pide el destierro del acusado de las Pitiüses por un periodo de 20 años, así como la prohibición de acercarse a la víctima por un plazo de la misma duración.
Por los daños causados a la mujer, el fiscal pide una indemnización millonaria al acusado. En total, por los distintos conceptos, la solicitud llega hasta los 54.195 euros, 12.000 de los cuales corresponden al daño moral.
Según el escrito de acusación, pasadas las siete de la tarde del 29 de diciembre de 2004 A.F.F. acudió a la boutique infantil «Cribaggi», dónde se encontraba la propietaria sola, M.C.C. «A.F.F. le preguntó a M.C.C. si tenía sudaderas, girándose M.C.C. y dándole la espalda, instante en el cual, súbita y sorpresivamente, A.F.F. empezó a golpear a M.C.C. con puñetazos y patadas, intentando conducirla a un almacén interior. Dado que M.C.C. se resistía, A.F.F. agarró una barra de hierro pesada y de un metro de longitud y, con ánimo de matar, golpeó con la misma a M.C.C. en la cabeza varias veces, perdiendo ésta el conocimiento. A continuación, A.F.F. sustrajo 95 euros y un reloj marca Citizen». A consecuencia de la agresión, M.C.C. sufrió un traumatismo craneoencefálico con varias fracturas de huesos de la cara, heridas que le han dejado secuelas de consideración. Según el escrito de acusación, estas secuelas son síndrome postconmocional, diplopía en campo lateral, déficit de secreción ocular derecha, sinusitis crónica posttraumática, daño estético importante por cicatrices y hematórax derecho. A la hora de solicitar castigo, el fiscal ha tenido en cuenta los antecedentes penales del acusado, que ya había sido condenado a prisión en dos ocasiones y en ambas el encarcelamiento quedó en suspenso. En agosto de 1999 fue condenado por un delito de robo con violencia o intimidación a dos años y medio de prisión, pena que le fue conmutada el mismo día por un periodo de cuatro años. Dieciséis días antes también había sido condenado por un delito de robo con violencia o intimidación a la pena de dos años de cárcel, que también se le conmutó por un periodo de cuatro años. El acusado está en prisión preventiva desde el 18 de enero, cuando fue detenido.