El director insular, José Manuel Bar, anunció ayer tras la celebración de la Junta Local de Seguridad de Sant Joan, que próximamente «va a haber una proposición de ley en el Parlamento y desde el Senado se tomará una iniciativa con acuerdo entre los partidos» acerca de la creación y aprobación de un cuartel de la Guardia Civil en Sant Joan. Bar dijo que «todos los trámites y la petición del Ayuntamiento [de Sant Joan para que se construya este cuartel] se han contemplado con agrado» en el Gobierno de Madrid. Al respecto, el alcalde del municipio, Antoni Marí Marí subrayó: «No nos cansaremos de pedirlo; el cuartel de la Guardia Civil de Sant Joan tiene que ser independiente, no auxiliar». Marí Marí se reunió recientemente con el delegado del Gobierno, Ramon Socias, quien según Bar, «vio con agrado» la reclamación del alcalde. En la actualidad, el cuartel de la Benemérita de Sant Antoni se encarga también del municipio de Sant Joan a través del cabo Bernardo Cardona, que, según el alcalde, «es una persona que conoce bien el municipio y trabaja muy bien». Bar anunció también que a los cinco guardias civiles que en los meses de temporada se ocupan de Sant Joan ya se han sumado dos agentes extras, a los que hay que añadir otro más que se incorporará en unos días.
En cuanto a las estadísticas, el director insular dijo que entre enero y mayo el número de delitos y faltas denunciados ha descendido un 32% respecto a 2005, lo que a su juicio confirma que Sant Joan es el municipio más tranquilo, incluso por delante de Formentera. La prueba, dijo Bar, es que la Pimeef valora con un 85% la seguridad en Sant Joan, mientras que en Formentera lo hace con un 80%.
Fiestas ilegales
En la Junta Local de Seguridad se abordaron además los asuntos ya clásicos del municipio de Sant Joan, como las fiestas ilegales y las acampadas. Tanto Marí Marí como Bar señalaron que se ha conseguido el objetivo de frenar estas fiestas, tanto las ya veteranas de los tambores de la Benirràs como otras que se solían organizar en zonas protegidas. El alcalde recordó que también está prohibido acampar con caravanas en zonas protegidas y llevar perros sueltos en las playas o zonas en las que se sirvan comidas y anunció que tanto la Guardia Civil como los dos únicos policías locales del municipio aumentarán los controles sobre el tráfico en los núcleos urbanos. Pese a todo lo conseguido, tanto Marí Marí dijeron que «no hay que bajar la guardia» para que Sant Joan siga siendo el municipio más tranquilo.