La Policía Judicial está investigando la hipótesis de que varias personas de nacionalidad marroquí fueran contratadas por los miembros de una de las bandas británicas como sicarios para asesinar o apalear a sus contrincantes, tal y como sospechaba la Policía Local de Sant Antoni desde el primer momento. No sería ésta la primera vez, aseguraron fuentes policiales, que los británicos contratan marroquíes para urdir venganzas contra compatriotas de bandas contrarias.
La investigación ha confirmado que los protagonistas del tiroteo son dos bandas de diferentes ciudades del Reino Unido enfrentadas por el control del tráfico de drogas en el núcleo urbano de Sant Antoni, aunque también podrían dedicarse a los robos en casas, puesto que a los cinco últimos detenidos la Guardia Civil les encontró numerosos enseres que podrían ser robados.
La Guardia Civil precisó una furgoneta para recoger todos estos objetos y comprobar su procedencia. Estas cinco personas, que aún no han sido puestas a disposición judicial, fueron arrestadas el pasado martes. En total la Guardia Civil ha detenido ya a una docena de personas por su supuesta relación con el tiroteo. Siete ya declararon ante el juez de guardia. Dos ingresaron en prisión provisional sin posibilidad de fianza y cinco quedaron en libertad aunque imputados mientras continúan las pesquisas y se aclaran los papeles de cada uno en el caso.
Fuentes policiales informaron ayer acerca de rumores de posibles venganzas contra los de Liverpool, que supuestamente es la que peor parada resultó en el tiroteo, ya que uno de ellos es quien acabó con un tiro en la espalda por el que aún continúa en el hospital. Los rumores de venganza señalaban una posible actuación de las bandas para esta pasada noche en Sant Antoni.
El pasado lunes se produjo una agresión a un británico en un hotel de Sant Antoni que se sospechaba que podía ser en venganza por el tiroteo, pero fuentes de la investigación descartaron esta hipótesis. Para finales de esta semana se espera la llegada de británicos relacionados con los detenidos, lo que ha puesto en guardia a la Guardia Civil y a la Policía Local.