Tras dos autopsias y un TAC, la Clínica Forense de Eivissa ha determinado que William Hall, turista británico de 22 años, falleció a consecuencia de una hemorragia interna causada por un golpe mortal propinado en el cuello, un informe que ya opera en manos de la jueza del Juzgado de Instrucción Número 4 de Eivissa, Carmen Robles, que lleva el caso, y del Àrea de Investigación de la Guardia Civil de Sant Antoni. Según los estudios, Hall recibió al menos tres golpes, dos en cara y uno mortal en el cuello. Uno de los golpes de la cara le fracturó la nariz. El otro le marcó el pómulo.
Las autopsias revelan que Hall estuvo tragando sangre entre tres y cuatro días hasta que, finalmente, murió por la grave hemorragia interna. En los análisis se le encontraron cinco litros de sangre en los intestinos. Hall sufrió una agresión a manos de una persona que podría haber actuado como taxista pirata el pasado sábado por la mañana en las inmediaciones del aparcamiento del DC-10. Fuentes de la investigación confirmaron que los agentes de la Guardia Civil que llevan el caso están ultimando los detalles que acabarán por conducir a los Juzgados a los presuntos implicados en la agresión.
El local, en el que Hall y su hermano habían estado esa mañana, según fuentes de la investigación, ya llevaba tiempo cerrado cuando se produjo la agresión. Sin ermbargo, Hall no acudió al hospital de Can Misses hasta el lunes, lo que le costó la vida. Los médicos le dieron el alta ese mismo día.
Al día siguiente, el joven regresó al hospital a las ocho de la mañana, aproximadamente, a causa de la gran hemorragia que padecía y falleció en esa misma jornada poco después del mediodía. Al parecer, el joven no informó a los médicos de los golpes que había recibido.
Una familiar del fallecido explicó a este diario que en la mañana del sábado Hall buscaba un taxi en los alrededores de la discoteca. Según este relato, alguien le dijo que entrara en un coche y que enseguida llegaría su conductor. Cuando éste llegó, quiso expulsarle del vehículo y le propinó varios puñetazos, alguno de los cuales le alcanzó en el cuello y, según los resultados de la autopsia, acabó por motivar la hemorragia que derivó en el fallecimiento.
El Àrea de Investigación de la Guardia Civil de Sant Antoni está buscando al autor de la agresión, a quien podría acusar por un presunto delito de lesiones con resultado de muerte.