Un joven rumano de 24 años ha sido condenado a cuatro años de prisión al demostrarse que participó en la sustracción de un coche de un garaje, vehículo que posteriormente fue utilizado en el asalto que sufrió una mujer que caminaba por Eivissa. El coche robado fue encontrado cuatro días después abandonado en sa Carroca. En la sentencia en la que se impone dicha pena al sospechoso, que terminó reconociendo los hechos que se le imputaban, se abre la puerta a que ésta pueda ser sustituida por una expulsión del territorio nacional durante diez años.
Los hechos ocurrieron en la noche del pasado 19 al 20 de mayo. El acusado, acompañado por otras personas que no han podido ser identificadas, entró en un garaje de la compañía Betacar ubicado en es Canar. Los ladrones se apoderaron de un Volkswagen Golf después de forzar una puerta del turismo utilizando una palanca. Para ello causaron daños en la instalaciones de esta empresa por valor de 172 euros.
La firma también valoró el vehículo sustraído en 12.000 euros y añadió otra suma de casi 200 euros a lo que dejó de ganar durante los días de los que no dispuso del automóvil.
Los asaltantes se dirigieron esa misma madrugada a Vila. La responsable del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, Martina Rodríguez, autora del fallo, considera probado que todos ellos posteriormente transitaron la calle Illa Plana, lugar donde «se abalanzaron sobre una mujer a la que le arrancaron el bolso de un tirón». La víctima, pese a la violencia que emplearon los ladrones, no llegó a resultar con heridas.
La perjudicada recuperó más tarde su bolso y su cartera, pero en ellos no había nada. La afectada perdió efectos valorados en 380 euros, así como unas gafas y un teléfono móvil, objetos todos ellos que se tasaron en una cantidad próxima a los mil euros.
El Volkswagen Polo fue encontrado el 24 de mayo abandonado con distintos desperfectos en una calle de sa Carroca. Los peritos tasaron posteriormente los daños apreciados en 60 euros.