C. CUEVAS
Miembros del Cuerpo Nacional de Policía pertenecientes a la Comisaría de Eivissa detuvieron el pasado 18 de enero a David Oakley, empresario inglés de 60 años, en un control siguiendo una orden de arresto contra el británico dictada a nivel europeo.
Pero Oakley continua a día de hoy en Madrid a la espera de su extradición. Por esta razón un juicio en el que el británico estaba imputado en su país natal por fraude tuvo que ser aplazado la semana pasada, según informó la versión digital de un diario local del condado de Sherwsbury.
El empresario, que ha estado viviendo en la Costa Blanca, está acusado en su país de un supuesto delito de fraude a los clientes de la compañía en la que trabajaba. Según el rotativo británico, Oakley se habría quedado con 15.000 libras (unos 22.500 euros) a base de engaños y habría extendido cheques falsos por valor de más de 10.000 libras (unos 15.000 euros).
La Corte Real de Shrewsbury, localidad en la que tiene fijada su residencia británica Oakley, juzgará al británico por este fraude el próximo 19 de marzo después de que la semana pasada la vista no pudiera ser celebrada ya que Oakley permanecía en Madrid bajo custodia policial. El diario asegura que el juez espera que para el próximo mes de marzo estén solucionados los trámites de la extradición, sin embargo, Oakley ha recurrido este proceso. Si las alegaciones contra esta última no fructifican los detectives de la policía de la provincia de West Mercia llevaran al empresario británico de vuelta al Reino Unido.
A pesar de todo, se mantiene la posibilidad de procesarle aunque no esté presente, ya que la de la semana pasada fue la segunda vista a la que no acude. En marzo de 2005 Oakley tampoco fue a su juicio, fue entonces cuando las autoridades británicas emitieron la orden de arresto a nivel europeo por la que agentes españoles le detuvieron el pasado día 18.