El titular del juzgado de Instrucción número 3 de Eivissa, el juez Pablo Mendoza, ha abierto diligencias previas para aclarar lo que ocurrió en la madrugada del sábado en el piso de la calle Navarra de ses Figueretes donde un residente rumano resultó malherido después de una supuesta pelea con su hijastro, hecho por el que se detuvo a este último. El juez también trata de esclarecer si la madre del presunto agresor también participó en esta misma reyerta.
G.T., de 37 años, fue encontrado por una dotación de la Policía Local de Eivissa sentado en una jardinera de la calle Navarra, a pocos metros de su domicilio, y cuando se desangraba. La víctima presentaba varios cortes en las piernas que motivaron su intervención y hospitalización en Can Misses una vez que se logró cortar la hemorragia de padecía. Según fuentes sanitarias, G.T., que anteayer tarde se encontraba ingresado en planta y al que también se le apreciaron lesiones en los tendones, también sufría distintas contusiones por el cuerpo. El juez tiene pendiente tomar declaración al afectado, probablemente después de que una comisión judicial se traslade al hospital, para conocer oficialmente su versión de lo sucedido y saber si éste quiere denunciar los hechos. En un primer instante, éste dijo a la Policía Local que había recibido una paliza de su hijastro. El sospechoso, M.H., de 25 años, quedó en libertad provisional anteayer tarde tras prestar su primera declaración en el juzgado. Aseguró que su padrastro se había herido con un cristal durante una discusión. Los agentes que lo arrestaron en su casa de ses Figueretes lo prendieron cuando éste iba vestido con una camiseta cubierta de sangre.