La Guardia Civil puso ayer a disposición judicial a un individuo que fue detenido tras supuestamente asaltar un domicilio de Santa Eulària justo una semana después de que presuntamente amenazara con un cuchillo a una empleada de la limpieza cuando el sospechoso fuer sorprendido robando en un bar de esta localidad. La víctima fue primero «encerrada» en un cuarto de baño, posiblemente tras ser agarrada por el pelo, y luego amedrentada con la citada arma para que confesara dónde estaban las llaves de las máquinas tragaperras del establecimiento. El ladrón terminó huyendo sin ningún botín ya que la mujer no sabía nada. Tras ello, intentó, sin éxito, entrar a robar en otro bar que había enfrente del primero.
El sospechoso de todos estos sucesos, un hombre de raza árabe identificado como A.H., fue apresado, al parecer, después de que intentara vender distintos objetos sustraídos en casa de un amigo del que iba a ser su comprador. Dicha persona receló de los efectos que se le ofrecían y, para salir de dudas, adquirió primero un teléfono móvil que luego fue identificado por el afectado por el robo en una casa.
Este robo tuvo lugar el pasado sábado en un domicilio en el que también residía una persona de raza árabe y vecina de Santa Eulària. Una vez que la Guardia Civil arrestó a A.H., también se identificó un reloj de oro que éste llevaba en su muñeca como sustraído de la casa de su compatriota. La investigación policial también relacionó a dicho individuo con lo ocurrido el pasado día 2 en una bar, lugar donde un ladrón entró y lo único que encontró fue a una empleada de la limpieza haciendo su trabajo. Al verse descubierto, el asaltante obligó a la mujer a quedarse en un cuarto de baño tras arrastrarla por los pelos y luego, al ver no conseguí nada, le hizo salir, y le amenazó con un cuchillo.