Las comprobaciones policiales permitieron averiguar que dicha persona era buscada en Alicante al estar presuntamente relacionada con la muerte del encargado de un club de alterne ocurrido en octubre del año pasado y en el que la víctima perdió la vida tras ser abatida a tiros.
La detención de Gheorghe C. fue posible después de que la mujer que le acompañaba, una joven rumana de 24 años, pidiera ayuda después de que, en el transcurso de una pelea con el acusado, ésta fuera golpeada con una silla en la cara. El impacto le destrozó el rostro, causándole una fractura en el seno maxilar. La víctima minimizó ayer en el juzgado lo sucedido y planteó la posibilidad de que la silla le diera en la cara cuando su compañero, muy alterado, hizo aspavientos con dicho mueble y éste se le escapó de su control. El fiscal, pese a todo, pidió en un juicio rápido una condena de dos años de cárcel para dicha persona al entender que éste había incurrido en un delito de maltrato.
Mientras la Guardia Civil de Sant Antoni tramitaba anteayer por esta circunstancia el atestado contra Georghe C., agentes de Policía Judicial de la Guardia Civil de Alicante viajaron hasta Eivissa al conocer el paradero del hombre que había sido relacionado con el crimen ocurrido en Pedreguer, así como de la mujer que le acompañaba, persona que igualmente, al parecer, trabajaba en el club donde ocurrió el homicidio.
Antonio M.U., de 48 años, pereció cuando era trasladado al hospital después de ser tiroteado en la puerta del club «Venus» en la madrugada del 29 de octubre en lo que parece ser fue un ajuste de cuentas. Una de las prostitutas los halló caído en el suelo y con un disparo en la cabeza después de que él mismo saliera al exterior porque creía haber escuchado una detonación. Se pensó que los asesinos de Antonio M.U abandonaron su cuerpo y huyeron precipitadamente en un coche desde el que posiblemente realizaron los disparos.
La investigación arrestó posteriormente a dos hombres a los que se consideró autores materiales del crimen y que presumiblemente se habían desplazado de la vecina provincia de Murcia para zanjar con el crimen de Antonio M.U. una disputa entre clanes rivales relacionados con la investigación. En toda esta trama se ha visto implicado también el hombre que ahora ha sido localizado en Eivissa y que presuntamente actuaba como proxeneta de la chica que fue víctima de los supuestos maltratos. Su testimonio y su concurso en lo ocurrido se entiende que puede ser clave para aclarar todos los pormenores del caso.