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Prisión sin fianza para el padre acusado de violar a sus cuatro hijas

El sospechoso no reconoció los abusos sexuales pero sí malos tratos practicados a las víctimas

J.M.ALONSO

José Juan S.N., de 51 años, apenas habló con el juez y la fiscal. Reconoció haber sometido a malos tratos a sus cuatro hijas [«en mi casa las cosas son de esta manera, arreglamos las cosas así»], pero calló cuando se le preguntó por los supuestos abusos sexuales cometidos sobre las cuatro, a lo largo de 16 años en el caso de la mayor. Dijo que no recordaba bien, que a veces estaba bebido. Sí se refirió a su padre, abuelo de las presuntas víctimas, como la persona que le inculcó su forma de actuar en familia.

Su esposa tampoco declaró ayer ante el juez. Previsiblemente lo hará hoy por la mañana, pero fiscal y juez han visto suficientes indicios como para enviarla a prisión, detenida por presunto encubrimiento, por participar en «los tocamientos», supuestamente. El juez del caso, Santiago Pinsachs, titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Eivissa, especializado en violencia contra la mujer, ordenó la prisión incondicional para José Juan S.N. Su hija mayor, de 22 años, denunció el pasado día 9 ante la Guardia Civil que su padre ha abusado de ellas, de las cuatro, consumando relaciones sexuales completas a partir de que cumplían los 15 o 16 años.

Tiempo atrás, según la denuncia, un amigo del padre de quien no se conoce la identidad y al que se refieren en al denuncia como «P» -la Policía Judicial de la Guardia Civil investiga su paradero- entraba en la habitación de las menores diciendo que era «Dios», las manoseaba y las obligaba a realizar felaciones.

Hoy ya se conocen más detalles del caso. La familia, padre, madre y las cuatro hijas -un quinto hijo varón de unos 20 años reside en Mallorca- vivían en una caravana instalada en una finca del municipio de Sant Josep. No en Sant Antoni, como se informó ayer por error.

En una caravana

Los supuestos abusos sexuales se cometieron en esta caravana, pero años antes en un domicilio del municipio de Eivissa en la que residía la familia. El hijo de la pareja declaró ayer ante el juez en el mismo sentido que lo hizo su hermana, la denunciante, ante la Guardia Civil. Tanto en el ámbito del Instituto Armado como en el judicial se otorga verosimilitud a los relatos. Fuentes conocedoras del caso señalaron que las hijas se encuentran al borde del ataque de ansiedad. «Han estado muy sometidas mucho tiempo», señalaron. Durante muchos años han soportado el carácter violento de su padre, que, supuestamente, se quedaba con el poco dinero de la familia para sus gastos, dejando desprotegidas a sus hijas.

En la actualidad dos de las hijas aún son menores de edad. El Consell d'Eivissa se ha hecho cargo de su tutela provisionalmente y están alojadas en un piso de acogida. Según fuentes judiciales, existen posibilidades de que los padres pierdan la patria potestad sobre las menores, ya que, además de por violación, podría ser acusado por supuesto abandono del hogar. Sus dos hermanas han abandonado la caravana, en la que ya no vive nadie. Allí detuvo la Guardia Civil a José Juan S.N. el pasado lunes, una vez que se comprobó verosimilitud de la denuncia. El juez ha ordenado someter a las dos menores a exámenes psicológicos antes de interrogarlas por lo ocurrido.

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