«Don mujeres me agarraron del brazo al entrar en el bar y me ofrecieron una copa. Desde entonces no recuerdo nada. Sólo sé que me desperté con la policía después de que supuestamente me hubiera estrellado en los jardines del hotel Pachá». Así se defendió ayer en el juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa y que se enfrenta a cuatro meses de cárcel y dos años sin carnet acusado de un delito contra la seguridad del tráfico.
Todo ello, tras dar niveles 0,88 y 0,84 en sendas etilometrías después de que una dotación de Comisaría que patrullaba por la avenida 8 d'Agost descubriera a dicha persona en la madrugada del pasado 8 de mayo en el interior de un vehículo con el motor en marcha, las luces puestas y con claros síntomas de ebriedad, según la declaración de los agentes.
«Creí que había atropellado a alguien. Estoy seguro de que había aparcado horas antes. Lo único cierto es que al recuperarme me di cuenta de que me faltaba dinero», añadió el acusado. La defensa del sospechoso manifestó que, como ha ocurrido en sucesos más graves, dicha persona pudo ser drogada por personas que le desvalijaron.