Ayer a mediodía la isla de Eivissa revivió en junio una tormenta de las que acostumbran a caer en los meses de verano y que, como siempre, saturó la capacidad de los sistemas de desagüe. La zona donde más agua cayó fue el municipio de Sant Joan de Labritja, donde se registraron hasta 56 litros de agua por metro cuadrado en tan sólo dos horas, entre las once y media y la una y media del mediodía, aproximadamente. El agua corrió a raudales por algunos de los torrentes del municipio, como el del Port de Sant Miquel, aunque no se llegaron a desbordar con consecuencias graves.
En el aeropuerto de Eivissa se registraron a mediodía 15 litros de lluvia por metro cuadrado. Pese a todo, los bomberos de Eivissa tan sólo realizaron dos salidas, una para sacar el agua del interior de un bar de la calle José Tarrés del barrio de ses Figueretes y la otra en Jesús, en la calle Paó.
Según la oficina balear del Instituto Nacional de Meteorología, las previsiones para hoy son mucho más halagüeñas. De hecho, según su responsable, Agustí Yansà, se prevé que hoy en las Pitiüses no llueva.