El cadáver del galés Nigel Rees, de 46 años, fue incinerado en Mallorca el pasado 31 de mayo, según información publicada por BBC, tras pasar siete meses en un congelador de Pompas Fúnebres de Eivissa. El cuerpo sin vida de Rees fue encontrado en octubre de 2007 por un excursionista en sa Talaia de Sant Antoni. Más de medio año tardaron las autoridades españolas en confirmar la identidad del cuerpo, lo que llegó a exasperar a la familia de forma que acabaron por enviar una carta de protesta a su embajada en Madrid.
Según la BBC, Rees vendió sus pertenencias en Gales y decidió comprarse una caravana para realizar un gran viaje que comenzaría en la isla, de donde finalmente nunca salió. Supuestamente, Rees llegó a la isla con su caravana, aunque la Guardia Civil asegura que no se ha encontrado.
La BBC señala que antes de salir de Gran Bretaña fue detenido por conducir bajo los efectos del alcohol. Al parecer, Rees era muy conocido en los pubs de su ciudad, Ammanford, donde se le llamaba por su apodo: Cap Rees.
Las causas de su fallecimiento no se han hecho públicas y, según la BBC, las autoridades españolas no saben a qué se debió.
Autopsia
Sí ha trascendido que la autopsia reveló que cuando el cuerpo de Rees fue encontrado llevaba unos 20 días muerto y que no se hallaron signos de violencia. Las pruebas para determinar la identidad del cadáver se realizaron en Barcelona. Desde Eivissa y desde Gales se enviaron a la Ciudad Condal muestras tanto del fallecido como de su familia, con el fin de cotejarlas.
Siete meses después, las autoridades españolas confirmaron a las británicas lo que ya todo el mundo sospechaba.