J.M.A. / J.J.M.
La Demarcación de Costas de Balears se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Santa Eulària con el objeto de acometer mejoras en los acantilados de la playa de Aigües Blanques, donde el pasado domingo dos turistas resultaron heridas, una de ellas de gravedad, a consecuencia de un desprendimiento. Fuentes del Ministerio de Medio Ambiente confirmaron ayer que la Demarcación de Costas de Balears y el Ayuntamiento de Santa Eulària intentarán evitar accidentes como el de la semana pasada adecentando la zona y señalizando las áreas más peligrosas.
Las siete bañistas que tomaban el sol cuando se produjo el desprendimiento enviaron ayer una nota de denuncia en la que explicaron lo ocurrido. «Nos sorprendió una avalancha de rocas que provenía de la montaña situada a nuestra espalda a unos siete metros aproximadamente y sin apenas tiempo de reacción. Las rocas saltaban como una lluvia de meteoritos, por lo que nos alcanzaron a todas nosotras causándonos heridas de diferente gravedad».
Este es el testimonio de unas de las siete amigas que el pasado sábado se vieron sorprendidas por un desprendimiento en Aigües Blanques, dos de las cuáles tuvieron que ser hospitalizadas. Según refiere esta misa afectada en una carta remitida a este periódico, E.G.M. tuvo que ser intervenida quirúrgica de una rotura de húmero y N.G.C. precisó seis puntos de sutura en la cabeza. El resto de mujeres fue atendida posteriormente de contusiones, contracturas y cuadros de ansiedad. «Queremos denunciar que desde el acceso a la playa desde la carretera hasta el lugar en cuestión no existe ninguna señalización indicativa de peligro de desprendimiento y no hay medidas para evitarlo», explica V.C. «Hoy nos ha pasado a nosotras pero mañana, ¿tendrá que haber un fallecimiento para que las autoridades reacciones», inquiere esta misma persona.