J.M.A. / B.M./ G.R.
Los forenses no han encontrado signos de violencia en el cuerpo de J.P.F., joven de 33 años fallecido el domingo por la mañana en Platja den Bossa, presumiblemente tras un consumo de drogas excesivo. La autopsia, realizada ayer en Pompas Fúnebres por el equipo de la Clínica Forense de Eivissa, sí ha revelado que el joven tenía un edema pulmonar. No obstante, hasta que no se realicen los análisis de los tejidos del joven enviados a Barcelona no se podrá conocer con exactitud qué tipo de drogas acabaron con la vida de J.P.F., natural de las Islas Canarias.
Según informaron el domingo fuentes sanitarias, el joven rechazó la ayuda que le ofreció tanto el 061 como la Cruz Roja. Al respecto, la portavoz de la oficina del Defensor del Paciente, Carmen Flores, aseguró que los facultativos deberían haber llamado al juez de guardia o a la policía y haber retenido al joven. «No entiendo la actitud de los médicos. Es cierto que los pacientes tienen todo el derecho a firmar un alta voluntaria, pero cuando está en plenas facultades psíquicas», denunció. «Se trata de una situación de asistencia vital en la que la actuación (médica) ha sido mala y en este caso la familia debería tomar medidas». Por su parte, y un portavoz del Ib Salut aseguró ayer que el joven no se negó ante el 061 a ser ayudado. El conseller del área, Vicenç Thomás, dijo a Europa Press que cuando llegó la ambulancia del Ib-Salut el joven ya estaba «inconsciente».
El portavoz del Ib Salut señaló que el joven en un primer momento, horas antes del deceso, fue atendido por los médicos de la discoteca Space.
Esta nueva muerte por drogas en el contexto del ocio nocturno ibicenco (la quinta de este verano) y recalcan que el joven no estaba en ese momento en sus instalaciones.