JULIO BASTIDA
El pirómano de Palma ha vuelto a las andadas y en esta ocasión actuó en dos ocasiones. En la primera de ellas incendió un contenedor en la barriada de Son Roca, y en la segunda de sus intervenciones provocó el pánico en el centro de Palma al incendiar dos turismos y una motocicleta.
La madrugada del jueves al viernes resultó muy ajetreada para los servicios de emergencia.
Alrededor de las dos y cuarto de la madrugada, los Bombers de Palma Srecibían varias llamadas alertando de un incendio intencionado en un contenedor de la barriada de Son Roca. El siniestro tenía el sello personal del pirómano que desde hace varios meses mantiene en jaque a las autoridades.
A las 4:40 horas de la madrugada, varios vecinos y residentes del número 47 de la calle Ricardo General Ortega alertaban de un incendio de grandes dimensiones que se estaba produciendo en plena calle y que afectaba a varios vehículos.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron con urgencia varias dotaciones de los Bombers de Palma, Policía Local y Cuerpo Nacional de Policía. Una vez en el lugar del siniestro pudieron comprobar que se trataba de otro incendio provocado. Al parecer el fuego se habría iniciado en una motocicleta que se encontraba aparcada entre dos turismos.
«Las llamas llegaban hasta los balcones del primer piso. El fuego ha sido espectacular, sólo pasábamos miedo que los coches pudieran explotar y hubiese una desgracia», relató María Jesús, una vecina de la zona.
Los Bombers, consiguieron sofocar el incendio en menos de cinco minutos. A partir de ese instante se iniciaron por parte de los agentes especializados en este tipo de siniestros una exhaustiva investigación con el objetivo de dirimir las posibles causas del siniestro. Según las primeras hipótesis de la investigación a la que ha tenido acceso Ultima Hora se trataría de una nueva actuación de un peligroso grupo de pirómanos que actúa en Palma desde hace varios meses.
La Policía Local se vio en la necesidad de romper con ayuda de una defensa policial uno de los cristales de un todoterreno que se encontraba aparcado en la zona para evitar que le alcanzasen las llamas.
Una de la anécdotas de la jornada la protagonizó uno de los vehículos incendiados. Ante la expectación de los residentes de la zona y de los diferentes cuerpos de seguridad el coche, un Seat Panda de última generación, se puso en marcha, comenzó a sonar el claxon, (situación que despertó a muchos vecinos al tratarse de las cuatro y cuarenta de la madrugada) y se subió a la acera sin que nadie lo condujera.
Juan Miguel Bauça, un joven que se encontraba durmiendo en casa de unos amigos de la zona afirmó: «Ha sido sorprendente. Nunca había vivido un incendio intencionado en directo, pero lo mejor ha sido el ver como el coche se ha subido sólo a la acera. Yo creo que tendríamos que llamar al Iker Jiménez, esto es un fenómeno paranormal», concluyó.